Uno de los «influencers» de la plataforma, Awal Madaar, de la metrópoli de Bombay, ha conseguido reunir a un público de más de siete millones de personas en menos de un año y en su canal ofrece pequeñas lecciones de inglés con explicaciones en hindi, «siempre enseñando de una manera divertida».
«No necesito nada más que mi teléfono. Una idea puede venirse a mi cabeza en cualquier momento. A veces he grabado vídeos estando en una boda o comiendo en un puesto de carretera», explica a Efe, y añade que para él crear y publicar un vídeo en esta plataforma «es un trabajo de cinco minutos».
Eso es lo que hace única a esta red social, de origen chino y creada en 2016 bajo el nombre ‘Musica.ly’. Hacer ‘TikTok’ consiste en crear vídeos de 15 o 60 segundos a los que se pueden añadir logrados efectos especiales usando solamente un teléfono móvil; y que abarcan todo tipo de temas, desde gastronomía o bricolaje hasta lecciones de idiomas o mensajes motivacionales, generalmente marcados por el humor.
«Hacer vídeos es muy fácil, muy rápido y divertido, y aquí a todos nos encanta. Grabo con la esperanza de que mis vídeos se hagan virales», dice Rajeev, de 17 años, mientras baila frente a un móvil con sus amigos en una céntrica plaza de Nueva Delhi.
ÉXITO ENTRE LOS JÓVENES
Y es que la India ha sido el principal impulsor de las descargas de la aplicación, y a finales del pasado año contaba con 466,8 millones en total, seguida de China (173,2 millones) y Estados Unidos (123,8), según los datos de la compañía de inteligencia móvil estadounidense Sensor Tower.
Pero, ¿por qué el triunfo de «TikTok» es tan rotundo en la nación asiática, especialmente entre los adolescentes?
Según el experto en tecnología y redes sociales Aasim Khan, las razones son dos: por un lado, que en el país el número de personas con «smartphone» no deja de crecer y las tarifas de Internet móvil son de las más baratas del mundo; y por otro, que hay una «enorme» audiencia joven -la edad mínima para abrirse una cuenta es de 13 años- que prefiere redes audiovisuales antes que otras que requieran escribir o leer.
«Es un medio visual y orientado al teléfono móvil, y estos dos factores se combinan muy bien en la India, especialmente en gente joven, porque el número de jóvenes que usan móvil es muy superior al de gente mayor», afirma el experto a Efe.
Además, los propios creadores de contenido tratan de crear vínculos con su audiencia. «Yo pertenezco a una familia de clase media. Crecí en un pequeño pueblo de Punjab (estado del norte del país) y no en una gran ciudad. Pasé mi infancia luchando batallas que los niños de pueblo tienen que luchar. Trasladé esos conceptos a mis vídeos, haciéndolos cercanos», cuenta Awal Madaar.
FALTA DE SEGURIDAD
Pero a la vez que crece el uso de la red social -propiedad de la empresa china ByteDance- en todo el mundo, crecen las dudas sobre su seguridad, pues varios informes han denunciado las vulnerabilidad en la privacidad de sus usuarios y el fácil acceso que los ‘hackers’ pueden tener a datos como correos electrónicos o números de teléfono, por lo que incluso ha sido prohibido su uso para los militares estadounidenses.
En principio, según Khan, «TikTok» tiene los mismos peligros que el resto de aplicaciones que tienen acceso a nuestros datos y que las empresas comparten con cualquier tercero que les reporte un beneficio económico, si bien teniendo en cuenta en este caso «que la propietaria es una empresa china y eso es interesante».
Sin embargo, «el valor de los datos personales y la preocupación por la privacidad es relativamente bajo en la India», según añade el profesor de sistemas de la información Vigneswara Ilavarasan, quien asegura que «por ejemplo, que en los peajes de carretera o en las cafeterías pidan el número de teléfono móvil y los indios lo den es muy común».
Por eso, coinciden los expertos en que hace falta «rediseñar el espacio digital y crear legislación actualizada» que permita enfrentar los problemas de privacidad que la plataforma pueda suponer, a la vez que «involucrar a los usuarios en este debate».
«Llegará un momento en el que habremos desarrollado un compendio de leyes que lidien con asuntos de privacidad pero también de libertad de expresión, y ningún usuario se verá perjudicado», señala Khan.
Pero con o sin advertencias, lo cierto es que los jóvenes indios no dejan de disfrutar esta plataforma, en continuo crecimiento.
«Sé que puedo hacerme famoso, es cuestión de seguir intentando e intentando», zanja Rajeev, mientras hace una seña a su amigo para darle al ‘play’ y grabar por enésima vez el vídeo que planea publicar «cuando esté perfecto». EFE
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