En ese sentido, se fundó la Escuela del Poncho de 60 listas que enseña las técnicas ancestrales para la confección de ese tejido. En diciembre pasado, la escuela tuvo sus primeras 10 maestras egresadas con la técnica para la confección del poncho de principio a fin, destacó Adriana Ortiz, titular del (IPA).
La segunda fase de la escuela es la innovación en los diseños, donde se apunta a mantener las técnicas tradicionales con diseños contemporáneos.
“Cuidar nuestro patrimonio cultural es la mejor decisión que pudimos hacer: encontramos artesanías en vías de extinción o a punto de desaparecer”. Detalló la presidenta del IPA en el espacio de #PyEn15 del pasado viernes.
La institución cuenta con dos proyectos de nuevas escuelas para el futuro próximo. Una para repartir los conocimientos del Ao Po’i en Yataity y otra para hamaca de fibra de coco en Tobatí.
Igualmente, Ortiz ha citado la rehabilitación del horno Noborigama, en donde 50 familias alfareras de Areguá trabajan con una feria permanente y la producción de cerámicas en alta temperatura.
Fuente: Agencia IP.
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