La revista especializada The Lancet publica este lunes un estudio sobre los avances logrados en la lucha contra esta familia de virus, la cual tiene potencial para provocar pandemias mortales, pero para la que no existen, de momento, vacunas o tratamientos definitivos.
En este sentido, los expertos han probado, por primera vez y una fase inicial, un nuevo tratamiento en 40 voluntarios sanos que ha demostrado ser «seguro» y «capaz» de neutralizar a los virus Hendra y Nipah.
Los autores señalan que la siguiente fase consistirá en pruebas clínicas con pacientes infectados.
Los Hendra y Nipah, explican, son dos Henipavirus similares desde el punto de vista de su ARN que aparecieron en 1994 y 1998, respectivamente, y que son albergados, principalmente, por un tipo de murciélagos de fruta.
De los siete casos de Hendra detectados en Australia, los científicos evaluaron que ese virus tiene una tasa de mortalidad del 57 %, mientras que el Nipah ha causado entre 1998 y 2018 un total de 373 muertes en zonas del sur y sudeste asiático.
«Dada la alta tasa de mortalidad por infección por Henipavirus, su capacidad para causar infecciones en múltiples órganos, incluido el cerebro, y su capacidad única de propagarse a los humanos desde los murciélagos y a través de una amplia gama de especies animales, incluidos caballos y perros, los médicos necesitan una forma segura para neutralizarlos», expone en un comunicado uno de los autores, Elliott Geoffrey Playford, del Princess Alexandra Hospital.
El experto destaca que los resultados obtenidos en estas pruebas confirman, «por primera vez», que la «administración de un anticuerpo que se une al virus es segura», lo que lo convierte en la «opción terapéutica más prometedora hasta el momento» para «abordar esta necesidad médica».
En pruebas efectuadas anteriormente con primates, el anticuerpo monoclonal «m102.4» ya logró neutralizar con éxito Henipavirus y, desde 2010, ha sido administrado «por razones humanitarias» a personas infectadas por el Hendra, sin conocer al 100 % otros efectos secundarios.
Este estudio, celebran, analiza la seguridad de este tratamiento cuando se aplica a humanos y su comportamiento dentro del cuerpo del paciente.
En general, agregan, las dosis de «m102.4» administradas en estos test «resultaron seguras» y fueron «bien toleradas» por los sujetos, quienes, además, no presentaron «efectos adversos graves».
Las pruebas efectuadas en muestras de sangre también revelaron que la capacidad del cuerpo para eliminar el anticuerpo era similar entre los participantes que recibieron una dosis única o repetida, mientras que el anticuerpo tampoco generó una reacción inmune contra el propio anticuerpo.
Asimismo, los expertos detectaron que los anticuerpos permanecían activos en el organismo durante, al menos, ocho días después de su inoculación intravenosa.
«Cuando hay un posible caso de infección por Henipavirus o se sospecha que alguien podría haber estado expuesto a uno de los virus, a menudo no hay tiempo para confirmar un diagnóstico antes de que sea demasiado tarde para hacer algo al respecto», precisa otra de las autoras del estudio Heidi Carroll, del Departamento de Salud de Queensland.
Por ello, observa, estos resultados recomiendan la administración de una «única dosis» de 20 miligramos de «m102.4» por cada kilogramo de peso corporal a las «personas que pueden haber estado expuestas a uno de los virus» o «dos dosis separadas por 48 horas a pacientes con signos clínicos de infección». EFE
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