El Departamento de Hemato-Oncología Pediátrica HOPE, del Hospital de Clínicas de la FCM-UNA, lanzó oficialmente el Febrero Dorado 2020. El principal programa que se extenderá todo el año y consiste en el ‘hospital sin dolor en los pequeños procedimientos’.
Al respecto, la Jefa del Departamento, la Prof. Dra. Angélica Samudio, explicó “Es un proyecto para que los pacientes perciban el menor dolor o miedo posible al ingresar. Aquellos niños con cáncer que acuden a este servicio deben padecer muchísimos dolores por los múltiples procedimientos que se realizan, entonces podemos hacer que los niños concentren su atención en elementos distractores y de esa manera, hacer un hospital más amigable para esos pequeños pacientes. Contamos con varias actividades que realizaremos a lo largo del año y el objetivo es ese cambio de conducta y de todo el personal que trabaja, dedicando un poco más de tiempo para los procedimientos”, explicó.
Asimismo, sobre las capacitaciones del todo el personal de blanco y administrativo del hospital, mencionaron que se desarrollarán diversas capacitaciones a lo largo del año con todas las personas involucradas por ejemplo los padres, también con el equipo de enfermería con los médicos teniendo la premisa fundamental que los niños no sufran dolores.
“Pretendemos que esto vaya más allá que solamente implementar acciones nuevas, queremos un cambio de mentalidad de todo el personal. Desde la persona que recibe al niño y a su familia y todos los que entrarán en contacto con el niño y la familia. Los procedimientos, la mayoría de las veces son dolorosos y queremos implementar actividades para minimizar esa impresión de dolor. Iniciamos eso con una comunicación más amigable, explicando, enseñando los procedimientos a padres, niños e implementando elementos de distracción” mencionó la Lic. María Paz Jiménez, encargada de las capacitaciones.
«No es tolerable que hoy en día un niño sienta dolor o ansiedad en el hospital»
El proyecto, forma parte del Programa My Child Matters de la Fundación Sanofi Espoir, prevé la capacitación de profesionales para que apliquen de manera sistemática todos los recursos disponibles para evaluar si los pacientes sufren dolor y tratarlo con los medios adecuados.
El programa está orientado a los niños. El dolor se puede dar en cualquier procedimiento y lo que se pretende es ayudarlo en los pequeños procedimientos. Es importante que el niño pueda estar informado de lo que se le hará y convencido de que le causarán el menor dolor posible.
Además, este programa apuesta de manera decidida por la integración de la familia ante cualquier experiencia potencialmente dolorosa. Cuando se lleva a cabo un procedimiento que puede resultar doloroso, los profesionales sanitarios animarán a los padres a sujetar a sus hijos mediante posturas estudiadas de confort, que facilitan la realización del procedimiento y combaten la ansiedad del paciente, la familia y los profesionales.
El Kit anti dolor
Este kit cuenta con elementos distractores como juguetes, aparatos para estimulación respiratoria, y otros, que consisten en medidas no farmacológicas. También habrá medidas farmacológicas que tenemos por ejemplo sacarosa, una solución que se va unas gotitas en la boca para calmar el dolor y en caso de necesidad, medicamentos para disminuir el dolor. Las líneas de actuación se basan en la administración de analgésicos, como pomadas, jarabes o gotas, y también en las técnicas de distracción, el refuerzo positivo y la presencia de los padres.
En cuanto a la ambientación también se adecuarán las salas de procedimiento, intentando hacer que entrar en esas salas no parezca un hospital. “Ya se implementó en hospital día y estamos ahora en proceso para las demás salas. Las mejoras edilicias re realizarán con ese concepto de un hospital sin dolor”, agregó la Prof. Angélica Samudio.
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