Según el exministro, “tener una línea de crédito a disposición para enfrentar situaciones difíciles que se puedan presentar ya sea en el mercado financiero, ya sea por alguna cuestión natural o de catástrofe o algo por el estilo es razonable digamos, yo creo que el país tiene acceso a los mercados financieros internacionales, en el caso que requiera algún tipo de financiamiento puntual o va poder conseguir mayores dificultades, no sé en qué contexto, no sé el razonamiento está detrás de esto , no puedo opinar de lo que no se explicó, no se presentó y desconocemos, pero me imagino que va en la línea de que cualquier gobierno quisiera tener una línea de crédito disponible por cualquier eventualidad, pero aprobar el financiamiento así sin destinos claros ni concretos, yo no estoy a favor, nunca estuve. Creo que la deuda siempre tiene que ser claramente destinada a financiamiento de proyecto de inversión que la gente sepa en donde se va a poner la plata y que se pueda controlar después. Yo prefiero ese tipo de tratamiento de la deuda, no tan abierto así como es”, expresó.
“Nosotros estamos todavía en el ciclo positivo, como la deuda es baja, endeudarse para invertir en infraestructura tiene un aspecto positivo de crecimiento, así siendo todavía según mi saber y entender, mientras la deuda esté por debajo del 30% del PIB, que todavía creemos que en cualquier escenario el país va a poder cumplir con esa deuda en el futuro sin mayores dificultades”. Acotó Barreto.
Por otro lado, Barreto presenta un ejemplo acerca de niveles de endeudamientos que alcanza un país. “Cuando el Estado de un país alcanza un nivel de deudas “x”, supongamos que estamos en ocho mil quinientos millones de dólares hoy, no es eficiente y ahí está la trampa de la deuda, cuando vos alcanzaste ocho mil quinientos millones de dólares de deudas, no es eficiente para el país reducir eso a siete mil quinientos en un periodo corto de tiempo, porque el impacto de reducir implica que vos tenés que extraer recursos de la economía interna del país para poder destinarlo a pagar esos mil millones de dólares de deuda. Entonces te quedas en una trampa en el que nunca va ser conveniente para ningún gobierno, ni si quiera para la economía del país que vos entres a reducir tu deuda, entonces lo que se hace, la deuda hay que administrarla. Argentina está pasando por eso hoy, son ajustes muy duros para poder cumplir con esos compromisos y ese ajuste duro implica recepción, implica caída en actividades, implica una serie de cosas”.
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