“Si creció por una cuestión muy elemental, hay una guerra por la sucesión… Lo que pasa que estos grupos tienden a ser monopólicos y difícilmente comparten territorio. Hay como una pelea efectiva entre ellas, una guerra abierta y eso normalmente hace que los índices suban en determinados periodos de tiempo. Por ejemplo después del asesinato de Rafat, etc, la cantidad de homicidios dolosos y sobre todo los homicidios por encargo se disparó” puntualizó el experto.
Señaló que la presencia de criminales en Asunción y alrededores, ya es una situación “palpable”. “Obviamente estas personas que se dedican a estas actividades violentas tienen seres queridos, tienen mujeres, hijos, parientes, padres, etc, a los cuales quieren proteger. Y en primera instancia los envía a las ciudades o alrededores de las ciudades donde los mecanismos de seguridad son más significativos o los índices de delincuencia son más bajos. Lo que ocurre con esto es que así como esta gente viene para protegerse en zona de Asunción o alrededor de Asunción, también la violencia dirigida contra ellos, en represalia por las actividades por los principales miembros de la familia, también se traslada eventualmente”, manifestó.
“Hay oleadas de eventos criminales que es como que se contagia, sobre todo en sociedades que tienen problemas o que tienden a tener problemas de fanatismo religioso, problemas de equilibrio mental en determinadas franjas etarias o muy jóvenes o muy ancianos, etc. Esto se multiplica sobre todo cuando se dificulta el tema del castigo efectivo a estos tipos de eventos”, refirió.
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