“Hay que trabajar sobre testimonios creíbles o sobre fuentes de información de primera mano que son los archivos, que son los testigos presenciales de los hechos y que tuvieron alguna honestidad intelectual para contar verdaderamente lo que pasó. Hay mucha gente que está sometida lealtad de su jefe, emperador, a su bandera y nación que no contaron exactamente la verdad. Los historiadores brasileños de la primera época sólo mencionan como fuente de información un diario, ellos no apelan a ninguna otra fuente que contradiga la información que ellos quisieran propalar”, expresó el historiador.
“Ramón J. Carcano, un historiador de primera categoría habla claramente de un concepto de Imperio que no admite una afrenta a la majestad del Imperio y el Mariscal López tenía que recibir un castigo con digno a eso. No solamente lo mataron a López sino fue un genocidio, murieron 46 oficiales y sacerdotes, murieron más de 300 de tropas, ahí no se salvó nadie. Entonces eso era un castigo porque el Paraguay había ocupado Uruguayana, una ciudad brasileña. La verdad es que los Imperios tienen que imponer su categoría y cuánto más débil es el adversario, ahí se produce el ensañamiento para que quede testimonio de que con el Imperio ‘no se juega’”, añadió.
Un poco de Historia:
A la muerte de Don Carlos el 10 de septiembre de 1862, surge con fuerza la figura de su hijo, Francisco Solano López, militar de sólida formación y firmes convicciones patrióticas, que muy pronto se erigió como líder de la heroica resistencia paraguaya ante la Guerra de la Triple Alianza, que se inició en 1864.
Argentina, Brasil y Uruguay encabezados por la gran influencia de la corona Británica, que motivada por su interés de difundir la ideología liberal (ideología con gran predominio en la época), el libre comercio en el mundo; y sobre todo por la idea de someter al Paraguay al dominio de las acciones económicas de la corona, ya que nuestro país en ese entonces rompía todo el sistema político y económico, cuando plantea su emancipación nacional frente a los métodos ingleses.
Esto fue una de las principales causas que llevo al Paraguay a la masacre más grande de América, cuya culminación se da el 1ro de marzo de 1870, en Cerro Cora (actualmente departamento de Amambay), en donde Mcal. Francisco Solano López es intimado por el cabo a las órdenes del Coronel Núñez da Silva Tavares, conocido más por su apodo de Chico Diabo , a lo cual el mismo respondió como era de esperarse:“Muero por mi Patria”. En ese instante, trataron de tomarlo prisionero, pero López desenvainó su espada y se defendió hasta recibir un lanzazo a la altura del bajo vientre de parte del cabo, y a la vez un sablazo en la sien derecha de parte de otro oficial, pero aun así, el Mariscal consiguió herir a este último en la frente. López luego asistido por el Coronel Aveiro se internó en el monte, cayendo muerto a orillas del río Aquidabán nigüi.
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