«La demolición no tenía ni pies ni cabeza. Es un espacio fantástico, la ciudadanía quedó muy conforme. El argumento de Obras Públicas fue que podría ser riesgoso, y que podría ser peligroso para los conductores», refirió el historiador Roberto Paredes. Del acto participó el intendente Miguel Prieto y demás autoridades de la Comuna esteña.
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