Mencionó que en algunos países han implementado la castración química, pero por la poca practicidad están abandonados. Asimismo, la gran mayoría de los artículos habla de personas que están en libertad condicional. “Según mi opinión no es parecido al sistema penal paraguayo. La castración química no va a suprimir el cerebro a la persona, no le va sacar la idea de ser violento”.
“La castración química es la supresión de la actividad testicular y el testículo tiene la función principal de producir la testosterona. La supresión por una conducta violenta o por una conducta sexual, no se soluciona suprimiendo la testosterona, no se soluciona quitando el testículo, ni amputando el pene porque esa persona violenta su problema está en el cerebro”, sostuvo el doctor.
“Si uno quiere producir una castración, puede ser quirúrgica sacando ambos testículos y se puede hacer la química, pero la castración química como es con medicamentos, es prácticamente impracticable desde varios puntos de vistas. Primero se tiene que hacer mensualmente una inyección o tomar una pastilla donde las inyecciones, pueden producir efectos colaterales como la debilitación de los huesos. Luego están los costos, estamos hablando casi de dos millones de guaraníes por mes. Es impracticable por los efectos colaterales y por los costos”, añadió.
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