“Si es que se produjo algún tipo de contacto sexual a cambio de algo, entonces la figura no es simplemente una relación sexual, sino que puede configurar lo que es algo como el acoso o el abuso sexual, creo que no se tiene que tomar a la ligera algo así como veo que se esta haciendo. Cómo puede ser que una persona este custodiando un lugar de encierro con arma tenga una “inapropiada”. Si es que hubo eso, hay que pensar que no pudo suceder de una manera tan alegre y tan sencilla”, afirmó.
Mencionó que cuando se plantea la posibilidad de que el contagio fue por un intercambio de favores, “es un problema de nuestra sociedad que vandalice eso”, porque explicó que estamos hablando de la posibilidad que haya sucedido algún tipo de contacto inapropiado por una persona que estaba siendo custodiada por parte de quien ejercía la custodia.
“Creo que cuando no entramos a profundizar en los conceptos que pudieran estar subyaciendo, es cuando nos confundimos en la sociedad y hay alguien que ejerce poder sobre otra persona de una u otra manera porque tiene condiciones de brindarle seguridad por ejemplo o de cierro o de proveerle alguna necesidad que una persona no puede proveerse así misma y eso significa que tiene poder sobre esa persona y para brindarle esas necesidades pide a cambio algún otro tipo de “favor” y ahí estamos hablando de otro tipo de figura”, refirió.
Lamentable el morbo sobre el modo de contagio de un militar cuando el debate debería ser sobre posible acoso sexual a una mujer encerrada, por parte de alguien que custodiaba un sitio de encierro. No es "intercambio de favores" el sexo con alguien sobre quien se tiene poder.
— Lilian Soto (@LilianSotoB) June 2, 2020
Deja una respuesta