Indicó que la “nave” debería haber tenido “un barco madre” que tendría que estar en constante control y contacto con el sumergible.
Ratificó que teniendo en cuenta las circunstancias “las posibilidades de encontrar al submarino son complicadas”.
Relató que de acuerdo a su experiencia a bordo de un submarino, le parecen extrañas las circunstancias en las que se presentaron las cosas. Indicó que cuando él se sumergió los minutos que el vehículo quedaba a tal profundidad eran estrictamente controlados y bajo el mínimo inconveniente tenían un “dron de emergencia” que era el encargado de bajar a buscar. También resaltó que la claustrofobia juega un papel importante a la hora de sumergirse, asegurando que las personas que bajan tienen un estudio previo para saber si cuenta o no con la condición.
Dijo que es muy poco probable que el piloto haya tenido un ataque para que pierda su dirección.