«A veces los escraches son improperios y ofensas. Esto generalmente sucede en Argentina. Si alguien está en desacuerdo con lo que uno hace debe agotar las instancias legales», aclaró el abogado.
«Lo que llamamos escraches con ofensas verbales es un delito y el que lo hace debe asumir las consecuencias. Si uno ingresa en la propiedad privada y le pide que se retire debe hacerlo. Lo que corresponde primeramente es el auxilio policial», explicó Casañas Levi.
«En este tipo de casos pasó a ser de acción privada y eso es muy tortuoso, la víctima debe contratar a un abogado. Esta es una falencia de la justicia paraguaya. Por más malo que sea lo que haya hecho una persona, no podemos ofender ni escupir ni nada de eso».