La iniciativa impulsada fundamentalmente por personas trabajadoras de la alimentación y emprendedores del ámbito gastronómico busca juntar firmas para revertir la resolución 556 del Ministerio de Agricultura que liberó este nuevo transgénico.
«El gluten, el pan, el trigo se había vuelto enemigo de la salud y dije que eran las prácticas, era como estábamos haciendo las cosas y me puse a investigar que hay una manera de hacer un pan que no te enferma», dijo Ignacio Fontclara.
«Cuando a mi me traigan una harina, yo no voy a saber que tiene esa harina porque los molinos acopian y luego van mezclando. Esto no se va a poder controlar, va a existir una contaminación» expresó.
A esta campaña se suma tanta gente, primero eramos los panaderos y pizzeros, ahora ya es toda la gente», manifestó.
En tanto Lis García mencionó que el trigo transgénico ha sido modificado genéticamente. «Llevan adelante este evento transgénico y resistente a un herbicida altamente peligroso llamado glufosinato de amonio».
«Lo que ocurre con los transgénicos que está introducción de un genoma distinta a la especie no puede ocurrir de manera natural. Hace 40 años del inicio de esto y se prometía que los transgénicos iban a salvar del hambre al planeta. La realidad esta tecnología ha servido para la venta masiva de herbicidas», sostuvo.