«Lo que más preocupa es el secretismo que mantiene la Municipalidad ante este tipo de situaciones, por un lado la Municipalidad anda multando a la gente que poda sus árboles sin autorización y por otro mantienen casos como este en absoluto secretismo», dijo.
También relató que no se encuentran los expedientes del lugar ni a los encargados, “lo cierto es que los árboles ya están marcados para ser talados” sostuvo. Refirió que la principal preocupación de la tala de estos ciento cincuenta árboles es el arroyo Ferreira ya que los mismos realizan el trabajo de “colchón” en las temporadas de lluvias y al quitarlos no se sabe que tipo de impacto puede llegar a tener en la zona. «Esta vegetación hace como un colchón al arroyo, sin eso el proceso de desborde podría terminar en otra cosa con otro impacto urbanístico», finalizó la diputada.