Con su destino y el de otros tres senadores liberales a manos de los convencionales, quienes podrían definir expulsarlos del PLRA, Amarilla aseguró que todo el proceso es ilegal, que no se respetaron formas y plazos y que carece de toda validez.
“Vamos a hacer valer nuestros derechos, somos senadores nacionales. El Partido no ha presentado un solo perjuicio en el sentido de nuestros votos”, fustigó.
“Esto parece un cementerio, hay gente particular usurpando los lugares de los convencionales. No son mas de 120 los convencionales”, remató.
Finalmente, reflexionó alrededor del objetivo institucional del PLRA, afirmando que no se trata necesariamente de un Partido de oposición, sino de una agrupación política “con vocación de poder”.
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