“Hubo una acusación que se basó en un contrato de alquiler con firma falsificada mía, denunciamos y la auditoria forense del Ministerio Público confirmó que la firma es falsificada, es un supuesto contrato de alquiler que se presentó como para aducir que el precio del alquiler era un millón de guaraníes, cuando en realidad era de más de 60 mil dólares”, argumentó la acusada.
Refirió que el edificio de su propiedad que señala el contrato, cuenta con cinco pisos y un laboratorio de seguridad, con un valor superior a los 10 millones de dólares. “En eso se basó una acusación del Ministerio Público”, sentenció.
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