Cada grupo recita la misma frase ritual: “¿Dulce o truco?”, con la esperanza de que sus bolsas se llenen de caramelos. Esta tradición, ahora fuertemente arraigada en la cultura de Halloween, es un fenómeno que se ha expandido desde Estados Unidos hasta muchos otros países. Pero ¿cómo surgió esta costumbre de ir de puerta en puerta pidiendo golosinas?
La imagen de niños pidiendo dulces parece una escena inocente, pero sus orígenes son mucho más antiguos y complejos, remontándose a celebraciones antiguas de la época celta. Durante la festividad de Samhain, celebrada hace más de 2.000 años, los celtas creían que los espíritus de los muertos volvían a la tierra en esa noche.
Para apaciguar a estos seres, ofrecían comida y usaban disfraces para evitar ser reconocidos por las almas errantes. Con el tiempo, este ritual fue absorbido por el cristianismo y se transformó en lo que hoy conocemos como Halloween.
En el siglo XX, el “dulce o truco” o “trick-or-treat” como lo llaman en inglés, pasó de ser un acto de supervivencia en tiempos antiguos a una actividad social llena de color y dulzura. Gracias a las migraciones de europeos a Norteamérica, el país adaptó la tradición a su cultura y la convirtió en una de las festividades más populares.
Desde entonces, Halloween no solo es un símbolo de diversión, sino también un fenómeno cultural y económico que impulsa la venta de millones de dulces cada año.
Fuente: infobae.com
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